martes, 4 de abril de 2017

Frank Lloyd Wright: Heliolab y el museo Guggenheim

Frank Lloyd Wright

Heliolab y el museo Guggenheim de Nueva York


Frank Lloyd Wright's SC Johnson Research Tower
Cinco años después de la inauguración del edificio administrativo de la compañía S.C. Johnson and Son, en 1944, Frank Lloyd Wright abordó el proyecto de los laboratorios de investigación que habrían de complementar al edificio de oficinas. Herbert F. Johnson, que había sido promotor del edificio de oficinas, fue capaz de darse cuenta de cualquier construcción complementaria tenía que proyectarse en consonancia con el diseño del primer edificio. Wright proyectó una torre de catorce plantas sustentadas por un enorme pilar central, de las cuales siete tenían planta cuadrada y se intercalaban con las otras siete, que tenían planta circular. El núcleo portante central requirió una cimentación especial que ya había sido concebida por Wright en el año 1929 para la torre St. Mark de Nueva York, y que fue denominada “raíz pivotante”. El mismo sistema de cimentación sería aplicado años más tarde en el proyecto de la torre H.C. Price. El sistema estructural ideado permitía que la torre de investigación se elevase por encima del suelo, que pasaba a ser ocupado por jardines, fuentes y plazas de aparcamiento. La fachada de la torre se componía de franjas de tubos de vidrio alternando con franjas de ladrillo cara vista. En los paramentos interiores de la fachada, los tubos de vidrio fueron trasdosados  con paneles de vidrio para conseguir un mayor aislamiento. Por su vinculación con el sol, la torre fue llamada Heliolab.

El museo Guggenheim

The Guggenheim: Frank Lloyd Wright's Iconoclastic Masterpiece (Great Architects/Great Buildings)
Frank Lloyd Wright comenzó a trabajar en el proyecto del museo Solomon R. Guggenheim de Nueva York en el año 1943, y en él desarrolló el concepto definitivo para el espacio fluido. Wright ideó un sistema mediante el cual el visitante del museo, tras entrar en el edificio, debía tomar un ascensor para acceder a la última planta y realizar su visita descendiendo por una rampa peatonal helicoidal en torno a un patio central cubierto. El final de la rampa representaba también el final de la exposición visitada y situaba al visitante cerca de la salida del edificio, en planta baja. De este modo se conseguía que el visitante realizase su recorrido de manera unidireccional, sin necesidad de desandar sus pasos para poder salir de salas ya visitadas. El inicio de la construcción sufrió muchos retrasos, debido a cambios de emplazamiento, de programa, de ordenanzas y de normativas, y también debido al aumento experimentado por los costes de construcción, así que el movimiento de tierras no pudo iniciarse hasta el 16 de agosto del año 1956. Durante la construcción, los administradores del museo recibieron quejas de artistas que afirmaban que la inclinación de los muros y de la rampa iba a dificultar la percepción de los cuadros en exposiciones pictóricas. En realidad, tanto el fundador del museo como el arquitecto habían estado de acuerdo en que una pequeña inclinación en los muros habría de facilitar tanto la percepción visual como la iluminación de las obras. Desgraciadamente, la demora en el inicio de los trabajos impidió que el arquitecto pudiese asistir a la inauguración del museo, puesto que falleció seis meses antes, en abril de 1959, cuando la construcción estaba casi terminada.



Arquitecto Daniel Trujillano
http://www.arquitectotrujillano.com/

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